Algo
similar le sucede a la caricatura. Podemos hacer todo tipo de humor
con personajes de imagenes graciosas que sean reconocibles para el lector, satirizarlos,
utilizarlos como blanco de nuestro humor negro, ser amables con ellos
y realizar una crítica sutil a través del humor blanco, pero sin
duda, donde la caricatura se mueve con más agilidad es en el humor
político.
incluso
amenazados de muerte por colectivos pertenecientes a integrismos
radicales. Las instituciones que se toman demasiado en serio a sí
mismas o a los miembros que las forman, en ocasiones muestran claros
síntomas de falta de sentido del humor.
Algo irreverente profunda
falta de respeto ante lo "intocable” en una sociedad donde parece verse mal atacar personas o situaciones o adquieren un valor de ir más allá de toda idea
irreverente, rompe esos vetos de
descaro
que puede rozar lo blasfemo rapidamente en lo irrespetuoso, descarado
y desdeñoso, este tipo de humor ofrece liberación y una bocanada de
rebeldia para el lector que lo recibe y
que coincide con el punto de vista del autor. Por el contrario,
resulta un humor hiriente y claramente ofensivo para aquellos que
siguen fielmente determinadas premisas por más dogmáticas que sean.
Las
monarquías, las creencias religiosas, los patriotismos exacerbados,
los regímenes políticos autoritarios, las legislaciones férreas y
los representantes directos de cualquiera de los estamentos citados,
acostumbran a ser el blanco de este tipo de humor que ocasiona no
pocos problemas a quienes lo practican.
Las religiosas,
con frecuencia, son puestas en tela de juicio mediante el humor
gráfico y sus imagenes graciosas, ofenderia a un creyente ver un
gag en
el cual Dios descubriese que el mundo que cree no es más que otro
producto
Made in China.
Los cliches
Cliche es un termino de origen frances que
se refiere a cualquier acción,
idea, frase o expresión que en su día significó una innovación
poderosa, que se ha mantenido a lo largo del tiempo y se ha usado
hasta el exceso e incluso el abuso de las imagenes graciosas.
Hay
quien opina que el uso de clichés denota una grave falta de
creatividad por parte de un autor de la imagen, cuando en realidad
puede ser todo lo contrario.
¿Acaso
no demuestra ser tremendamente creativo y a la vez original aquel
autor que, utilizando un cliché que ya ha sido usado hasta la
saciedad..., es capaz de aportar ideas nuevas sobre él?
El
siguiente capítulo trata sobre algunos de esos clichés a los que
tanto se ha recurrido en humor gráfico. También se intentará
demostrar que la utilización de clichés... es la esencia de
cualquier historia.
lo
primero que un autor novel busca en su mente cuando trata de contar
una historia -de la especialidad que sea- es “ser original”, y
para ello empieza por exigir a sus neuronas que se esfuercen en
encontrar aquella historia jamás contada por nadie, aquel argumento
que no ha
sido
abordado aún por ningún autor, y que dejará sin aliento a su
audiencia precisamente por eso... porla originalidad de estas imagenes graciosas.
Exactamente
el cien por cien de esos intentos terminan en estrepitosos fracasos
por una razón muy sencilla: apenas existe una docena de historias
que contar. No hay más, y todas ellas fueron contadas (en Occidente
al menos) por autores clásicos griegos, romanos e incluso
babilónicos. Podríamos denominarlas “historias universales”,
muchas de las cuales, a su vez, fueron inspiradas por viejas leyendas
orientales.
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